viernes, 19 de junio de 2015

Interesante historia de la bandera de Panamá


 
Bandera de Panamá 

La bandera panameña fue creada por Don Manuel E. Amador, hijo del Dr. Manuel Amador Guerrero, primer presidente de la República de Panamá.
Para realizar el boceto se tomaron como referencias, consideraciones políticas, características de los partidos políticos ideados por dos colores (Liberal el rojo y Conservador el azul). El blanco simbolizando la paz a la cual llegaban ambos partidos. Las estrellas señalaban la rectitud, la fuerza y la autoridad, características del desarrollo del país.


En la creación de la bandera panameña existe un personaje poco querido por los panameños, por su falta de escrúpulos al momento de defender los intereses de Panamá, como representante diplomático de ese país ante el gobierno de Washington. Su nombre es Felipe Bunau Varilla, a quien en el extranjero se le atribuye la creación de este símbolo patrio.
Felipe Bunau de manera irreflexiva y sin estudio aprobó el tratado del Canal de 1903, firmó precipitadamente y en horas de la noche junto con el Secretario de Estado Americano John Hay.

Don Manuel E. Amador


Este hombre concibió un pabellón nacional para Panamá, plagiando la bandera americana, cuya estructura siguió, y un modelo confeccionado por su propia esposa fue entregado por él en los Estados Unidos en octubre de 1903 al Dr. Manuel Amador Guerrero, brazo de la revolución separatista y luego primer presidente de la república quien la trajo a Panamá.


Doña María Ossa de Amador esposa de Don Manuel Amador, médico procedente de Colombia, quien estaba señalado por el destino a ser el libertador del Istmo, no solo ella confeccionó con sus manos la bandera panameña sino como un prócer por su oportuna actuación al lado de su esposo, que la consagra como la más destacada de la patria gesta emancipadora de Panamá. 

La Asamblea Nacional en la ley No. 60 de 1941 hizo constar el agradecimiento del pueblo panameño por los buenos servicios que prestó la señora de Manuel Amador a la causa de la Independencia de 1903.
La bandera panameña es noble en su estructura, y se diferencia notablemente de las demás banderas por tener franjas horizontales y verticales. Está compuesta por cuatro cuadros, dos blancos, uno rojo y otro azul. La combinación de tales colores, representan la paz que tanto anhelaba el suelo panameño para la unión pacífica de los Partidos Históricos que se dividen en rojo y azul.

Doña María Ossa


La bandera fue adoptada provisionalmente por la Asamblea Constituyente por la ley 64 de 1904 y definitivamente por la ley 48 de 1925. La iniciativa para consagrar el 4 de noviembre día de honrar la bandera nacional, llevándola en un solemne desfile surgió en 1924.


Como fue confeccionada la bandera: Como los colores de la proyectada bandera para Panamá, dibujada por Manuel E. Amador, blanco, azul y rojo no entraban en la composición de la bandera colombiana, Doña María Ossa de Amador decidió comprar las lanillas para confeccionarla en tiendas diferentes para no despertar sospechas. La lanilla blanca la compró en el Bazar Francés, la azul en La Dalia y la roja en La Villa de París.

En la mañana muy temprano tomó los paquetes con las lanillas y se dirigió a casa de su hermano Don Jerónimo Ossa. Allí se encontró con la esposa de este, y después de hacerla prometer estricta reserva, le confío de que se trataba.
Por prudencia Doña María Ossa de Amador, decidió no hacer la bandera en su casa y se fue a una casa contigua, allí cortó los materiales para dos banderas.

Para entrar a la casa, tuvieron que escalar una pequeña ventana que daba al patio subiendo por una escalera de mano. Una criada, les entregó por la ventana, una máquina de coser de mano. No había mueble para colocarla así que la subieron a un cajón y en el piso cortaron los cuadros y las estrellas. Era 2 de Noviembre.

Aunque no se esperaba que la separación se diera el 3 de noviembre, las bandera fueron confeccionada lo más rápido posible. María Ossa las envolvió en los papeles donde venía la lanilla, tomó un coche y se fue a su casa, situada en lo que hoy se conoce como Plaza de La Independencia.


Diseño original de la Bandera Panameña


Ya con  las dos banderas en su poder, comenzó a temer que si se tomaban medidas para reprimir el movimiento separatista y la independencia fracasaba, su hogar sería registrado con objeto de obtener pruebas de su participación activa. Así que resolvió entregar el preciado tesoro a la casa bancaria Ehrman y Cía. Situada en la parte baja de su casa, para que fueran guardadas en la caja de hierro de ese establecimiento. Pero uno de los señores Ehrman se negó a recibir el paquete, por temor a comprometer la firma bancaria. María Ossa no tuvo más remedio que  esconder ella misma y lo mejor que pudo las banderas.

 
Al darse la proclamación de la separación de Panamá de Colombia, el 3 de noviembre de 1903. María Ossa de Amador, entregó la primera bandera de la nueva patria y la paseó entre vítores y muchas aclamaciones de regocijo por la ciudad capital. El primer abanderado panameño fue el señor Don Alejandro de La Guardia.

    
Es importante señalar que la posición original de la bandera no era la que hoy tiene, con el cuadrante azul debajo y el rojo arriba, sino todo lo contrario. Asimismo,  la estrella roja estaba arriba y la azul abajo.  Fue la Ley 64 de 1904, aprobatoria de los símbolos patrios, la que cambió la posición original de los colores. La Asamblea Nacional de 1925 la adoptó de manera definitiva a través de Ley 4. Pero la Ley 28 de marzo de 1941. Ratificó la adopción definitiva.                                       


martes, 16 de junio de 2015

MUDARSE AL EXTRANJERO, algunas reflexiones previas...




Puede ser muy abrumador mudarse a otro país. Una mudanza debe planearse con meses de antelación para asegurarse de poder terminar todo a tiempo.

Primero que nada, se debe comenzar a leer e investigar el área donde se planea vivir. Investigar el proceso de salud, banca y servicios en el destino elegido. Puedes pedir un permiso de conducir internacional, para ayudarte a movilizarte mientras aplicas para obtener tus privilegios de conductor en el país de destino. Investiga los requerimientos de los permisos de trabajo, visas y la documentación que necesitarás para la transición a tu nuevo hogar.

Planear una mudanza al extranjero, es una oportunidad de buscar entre tus pertenencias cosas que ya no te son útiles y aprovechar para eliminar el desorden. Revisa tus dispositivos electrónicos para determinar los requerimientos de voltaje para artículos como secadoras de cabello, cargadores y otros dispositivos. Puede que tengas que reemplazar algunos de tus aparatos o comprar convertidores eléctricos cuando te mudes al extranjero.

Reduce la cantidad de tus pertenencias, dona a caridades, planea una venta de jardín o simplemente desecha los objetos muy gastados.  Si tienes un vehículo, piensa con tiempo lo que vas a hacer con él por lo menos tres meses antes de la mudanza. Puedes llevarlo al extranjero, dejarlo a un amigo o venderlo antes de marcharte.


Comienza por empacar las cosas que menos necesitas. Deja a mano lo que necesitarás para los días antes de mudarte. Llega contigo el equipaje sin el cual no puedes vivir. Recuerda que muchas veces la mudanza tarda un poco en llegar a su destino y debes sobrevivir durante este tiempo con lo que lleves a mano.

En el país que escogiste para mudarte, no sabes cómo irá el tema de la salud. Así que visita a tu médico, háblale de tu mudanza, si necesitas algunas vacunas, y arregla las medicinas de prescripción para estar preparado hasta que te instales en tu nuevo hogar.

Durante las primeras semanas el inmigrante se siente motivado ante los retos que se avecinan. La nueva cultura resulta estimulante y divertida. Las nuevas situaciones y personas generan sana curiosidad. Estas primeras sensaciones ayudan a superar con confianza y empeño los obstáculos que se presente, pero las expectativas de este período suelen ser demasiado altas y poco realistas. En esta etapa es importante no olvidar nunca, la oportunidad de gran valor personal y profesional que se está experimentando y recordar siempre las razones que motivaron la decisión. Estos pensamientos generan entusiasmo.
Estando en el nuevo país, se viven experiencias reconfortantes y algunas no tan agradables. Muchas de las cosas que se anhelaban no se habrán alcanzado aún y esto puede generar frustración y confusión, esto suele ocurrir por la imposibilidad de hacer nuevos amigos, el esfuerzo por obtener un buen trabajo o vivienda, lo que trae sensaciones de nostalgia, desmotivación, aislamiento e incluso cuestionarse la decisión tomada.


Por eso es que se recomienda, no tomar decisiones importantes en estos períodos de adaptación. Una buena ayuda es mantener comunicación con familiares y amigos del país de origen, y buscar el consejo y orientación de personas a quienes se les tiene confianza. Esta etapa se supera, en cosa de tiempo.

Otro consejo es no perder la perspectiva. Recuerda que miles de extranjeros han pasado por esa misma situación y han logrado adaptarse exitosamente.
Eventualmente y una vez pasada esta primera etapa de adaptación, se comienzan a sentir los beneficios del cambio, la comodidad del hogar, las ventajas del empleo, la seguridad, la seguridad del nuevo ambiente. Se comienza a apreciar, las ventajas que ofrece el país de acogida en cuanto a calidad de vida. El inmigrante ya en esta etapa, comienza a sentir confianza en la decisión tomada y entusiasmo para seguir adelante.



Tal vez a las personas mayores, con fuertes hábitos tradicionales les puede tomar más tiempo este proceso de adaptación. Los jóvenes por el contrario, suelen adaptarse rápidamente y con gran facilidad.
La mejor manera de integrarse es involucrarse. Hay que preguntar a otros, informarse, no tener miedo a cometer errores y aprender de las experiencias de otros. Hay mucha gente que ha emigrado y seguro está dispuesta a ayudarte y darte algún buen consejo.

Ser un recién llegado implica con frecuencia, dejar atrás cosas a las que se estaba acostumbrado, lo cual puede generar ansiedad o temor, especialmente las primeras semanas. Estás emociones van cediendo una vez se inicia el proceso de adaptación. Para ello, debes sacarle el máximo provecho a las nuevas oportunidades que se presentan, tener una actitud positiva hacia el cambio y demostrar flexibilidad para aceptar y tratar de adaptarse a las nuevas condiciones.


Si tu deseo es emigrar a otro país, ánimo y mucha suerte.

jueves, 11 de junio de 2015

Conoce Colombia - Santuario de nuestra Señora de Lajas



Es un templo basílica de culto cristiano, situado en el cañón del río Guátara, en el Departamento de Nariño, Municipio de Ipiales. Es toda una maravilla arquitectónica neo gótica de piedra gris y blanca que impacta, no solo por su belleza sino por su ubicación topográfica muy particular. Hundida en el mismo cañón de tal modo que visto desde lejos parece estar suspendida en el aire. Es destino de peregrinación y turismo desde el siglo XVIII.
Está compuesta de tres naves construidas sobre un puente de dos arcos que cruza sobre el río y que hace de ario o plaza de la basílica, uniéndola con el otro lado del cañón.
Su altura desde su base hasta la torre es de 100 metros, y el puente mide 50 metros de alto por 17 metros de ancho y 20 metros de largo. El edificio principal mide 27.50 metros de fondo por 15 metros de ancho.
En el interior, las tres naves están cubiertas con bóvedas de crucería. Tiene mosaicos en fibra de vidrio y en el día, su iluminación la da la luz que se filtra por los vitrales hechos por el alemán Walter Wolf. El ábside de las tres naves es el muro de piedra natural del cañón y en la nave central se destaca la imagen de la Virgen del Rosario, pintada por un autor desconocido en una piedra laja.
El basamento del templo propiamente dicho, además de los dos arcos de medio punto del puente, es una cripta de estilo románico, de tres naves cubiertas con bóvedas de cañón, de estructura en piedra sillar y que está dedicada al Sagrado Corazón de Jesús.


En el exterior se destacan tres torres que terminan en agujas decoradas con grumos y frondas, ventanales, rosetones, arbotantes, contrafuertes y pináculos. Los muros que rodean los accesos al santuario escalonados por la topografía del terreno, están llenos de placas de devotos, agradecidos por los favores recibidos, así como con aparatos ortopédicos para dar testimonio de curaciones atribuidas al favor de la venerada.    
Etapas del santuario:    
La primera etapa abarca la construcción de una choza de madera y paja, con una duración de 40 años.
La segunda, la construcción de una capilla con materiales de ladrillo y cal, con terminación en cúpula. El primero de enero de 1795 se comenzó a trabajar la piedra para la capilla de Nuestra Señora de Las Lajas y en ese día se gastaron 25 pesos en socorrer los indios canteros que vinieron de la villa Ibarra. En 1796, se dio de lleno a la mencionada construcción y de allí en adelante, siguió el curso de la obra con generosidad, diligencia y constancia poniendo al servicio de ella los escasos ingresos que percibía la parroquia, el trabajo de las propias manos de los habitantes y la amplia cooperación  de varios arquitectos ecuatorianos. Después de siete años de constantes esfuerzos, se construyó la capilla que contaba  con 7 metros de largo por 6 metros de ancho.


La tercera etapa el ensanchamiento del edificio en dirección suroccidente, con la intervención del arquitecto ecuatoriano Mariano Aulestia, edificación que duró más de un siglo causando admiración por su atrevida construcción.
La cuarta es el proyecto de una plazoleta y puente de dos arcos.


La quinta está relacionada con la edificación del actual santuario. Su construcción fue iniciada el 1 de enero de 1916 con la bendición de la primera piedra. La obra estuvo a cargo del ingeniero ecuatoriano J. Gualberto Pérez y del pastuso Lucindo Espinosa. Se terminó en agosto de 1949. Se calcula que su costo fue de 1.850.000 pesos colombianos de la época ($1.000.000 dólares aproximadamente), conseguidos gracias a los aportes de los numerosos y fieles devotos especialmente de Colombia y Ecuador.


En 1951 el Vaticano decretó la coronación canónica de Nuestra Señora de Las Lajas y el santuario es basílica menor desde 1954.  En 1984 el santuario fue declarado monumento parte del patrimonio cultural del país. En 2006 se le declara Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional. En 2007 el santuario es considerado una de las siete maravillas de Colombia, al obtener la segunda  votación más alta solo superada por la Catedral de Sal de Zipaquirá.
El peregrinaje de los devotos al santuario es permanente, pero se incrementa en tres épocas del año. En septiembre cuando se celebran las fiestas patronales, sobre todo los días 15 y 16 de septiembre. El Jueves Santo, cuando los peregrinos especialmente desde la ciudad de Pasto, de Túquerres, pueblos cercanos y de Ecuador, llegan a pie después de una travesía de más de 12 horas. También hay peregrinación en diciembre y los primeros días de enero.

Visita el santuario de Las Lajas, para que aprecies su majestuosidad. Estar allí es un momento increíble. Te preguntarás como pudieron hacer aquello en el mismo cuerpo de la montaña. Puede ir a admirar tanta belleza o a pedirle un favor a la Virgen.